Las piernas le temblaban del sobre esfuerzo, el sudor recorria su cara de manera caotica llegando a la barrera que formaban sus pestañas, pero esta no era suficiente para bloquear el paso del liquido, que cual acido, escocia en los ojos obligando al emisario a dar pasos a ciegas. Un poco más y lo habria conseguido, la misiva era de tal importancia que doblegarse ahora al cansancio seria más que una derrota, podia significar la muerte, no solo su muerte, sino la muerte como tal.